Incorporar técnicas de relajación en tu rutina diaria puede ayudarte a mantener la calma. Prueba la respiración profunda, la meditación o el yoga. Incluso dedicar unos minutos al día para escuchar música relajante o dar un paseo al aire libre puede reducir significativamente los niveles de estrés.
Una buena organización y gestión del tiempo pueden aliviar el estrés académico. Crear horarios, establecer prioridades y dividir las tareas grandes en partes manejables son estrategias efectivas.
El apoyo social es de suma importancia en la gestión del estrés escolar. Se refiere a la ayuda y el respaldo que los estudiantes reciben de su entorno social, que incluye amigos, familiares, profesores y otros miembros de la comunidad escolar. Este apoyo puede manifestarse de diversas formas y desempeña un papel fundamental en el bienestar emocional y académico de los jóvenes.
Ejemplos:
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